lunes, 18 de mayo de 2009

Acto Solemne... dos años después


Dos años han pasado desde ese día. En ese momento sentí como 6 largos años llegaban a su fin y la eternidad se abría paso ante mis ojos. No obstante, sigo sumando días y noches buscando alcanzar algo (no era así como me imaginaba la eternidad)

Hablo de eternidad en términos literarios (no literales) siendo que ella representa el fin de las calamidades y la felicidad sin fin. Cosa que aun no ha tocado mi puerta... Aunque alguien dijo una vez que "el éxito en la vida es lograr que te pagaran por hacer lo que te gusta" (cosa que he logrado) no consigo estar del todo conforme porque llevo en mi alforja algo común con mis colegas, pero que en mi caso aparenta estar en desuso.

No llevo conmigo mi título de licenciado pues se encuentra asegurado en mi armario mágico (en serio, tengo uno en casa de mis padres), aunque no se si tendría mejor suerte si me acompanara hoy día... colgado en la pared. No lo extraño, pero no por eso deja de ser una extensión de mi vida, la síntesis de esos 6 años de aprendizaje que no volverán, pero que nunca olvidaré.

Mi estado actual trasciende la crisis vocacional. Se trata de una busqueda. Un proceso que involucra recordar, reconocer y corregir.
¿Que debo recordar? Las promesas que una vez fueron hechas en palabras profundas e inaudibles. ¿Que debo reconocer? Las semillas depositadas en mí, que me hacen intelectual y emocionalmente apto para lo que se avecina. Y por último ¿Que debo corregir? Cualquier cosa que me haga creer que no hay éxito mayor para mí; y toda sensacion engañosa de haber encontrado la felicidad infinita.

Recuerdo las palabras finales de Chris Gardner (Will Smith) en The Pursuit of Happyness:

"... esta parte de mi vida, esta pequeña parte se llama: Felicidad".

Si pensara que la he encontrado ¿Que esperanza tengo de que el mañana será mejor? Mientras nos llega el momento de entrar en la eternidad —"la historia en la que cada episodio es mejor que el anterior", según C.S. Lewis— 
nuestra vida será una búsqueda incesante por la realización.


sábado, 16 de mayo de 2009

Mitología Cristiana: Papá Noel

Según la enciclopedia online Wikipedia los mitos son "relatos basados en la tradición y en la leyenda creados para explicar el universo, el origen del mundo, los fenómenos naturales y cualquier cosa para la que no haya una explicación simple... muchos son simplemente historias y leyendas que se han ido transmitiendo oralmente de generación en generación."

Los mitos forman parte del sistema religioso de una cultura, la cual los considera historias verdaderas. Su función es otorgar un respaldo narrativo a las creencias centrales de la comunidad. http://es.wikipedia.org/wiki/Mito


Como vimos en la entrada anterior de "Mitología...", estos cuentos se infiltraron en el Cristianismo, pero no con el fin de respaldar el credo, mas bien algunas fiestas y tradiciones. Un caso emblematico es: Papá Noel.

Nicolás de Bari, el "santo" que dió origen a la leyenda, nació cerca del 280 d.C. en Patara, del distrito de Licia (hoy Turquia). Se cuenta que siempre estuvo avocado a ayudar a los niños. En una ocasión un criminal apuñaló a unos infantes, quienes fueron sanados por la oración de Nicolás.
Su fama de repartidor de regalos proviene de la historia de que Nicolás ayudó a un hombre pobre incapaz de casar a sus hijas por falta de dote. El sacerdote entraba por la ventana de la humilde casa e introducía sacos de oro en las medias de las jovencitas, quienes las habían puesto a secar... ¡en la chimenea!

No obstante, el legendario "hombre del traje rojo" es mas bien una mezcla entre este sacerdote turco y otro Nikolás, oriundo de Finlandia. El mito narra que siendo niño este perdió a sus padres en la víspera de Navidad, por lo cual quedó a cuido de la gente del pueblo. Nikolás tallaba juguetes de madera para regalarlas en cada casa donde vivía. Cuando creció, se dedico a repartir juguetes de madera a los niños de pueblos vecinos.

Cuando la iglesia romana instituyó la celebración del nacimiento de Cristo a la par de la Saturnalia (fiesta dedicada a Saturno o Cronos, para los griegos) asimilaron de los paganos la práctica de dar obsequios a los niños. Con el tiempo fue necesaria la inclusión de un "santo" para darle forma a la nueva festividad cristiana. Es así como Nicolás se convierte en Papá Noel (Father Christmas)

"Jack" Lewis incluye este personaje en The Lion, the Witch and the Wardrobe como el ícono de la Navidad, la cual había sido abolida en Narnia durante el perverso régimen de Jadis, pero se restaura con la llegada de los cuatro reyes.

Resulta curioso que la Bruja Blanca diera a Edmund delicias turcas, una golosina navideña típica en Inglaterra. Si la bruja odiaba la festividad y lo que esta representaba, ¿cómo pudo atender al capricho del hijo de Adán? Las golosinas eran mera ilusión y creaban adicción, como todo lo que el diablo ofrece a los actuales hijos de Adán. (Un detalle magistral de Lewis)

Niños, regalos, un hombre que los transporta, un rey que viene a traer paz... ¿Acaso la vida real no se parece a los cuentos de hadas? Tal vez es cosa nuestra encontrarle el parecido, ya que eso alimenta nuestras esperanzas de que aun en el invierno de la vida hay razones para festejar.

domingo, 10 de mayo de 2009

Devoción maternal

Los recuerdos me embargan cuando hoy se celebra el dia de las madres y estoy lejos de la mia. Ya es la segunda vez consecutiva que me pierdo este dia.

Hoy la esposa de mi pastor predico sobre Ana, la madre de Samuel. De las cosas que menciona el capitulo 1 del Primer Libro de Samuel ella destacó la participación de Ana en cuanto a la preparación ministerial de su hijo. Ana presentó al niño en el santuario tan pronto como pudiera no depender de ella. Cada año esta mujer tejia un efod (un uniforme de sacerdote "a escala") y se lo llevaba al fruto de sus entranas, el mismo que le dio el gozo de ser madre despues de años de esterilidad.
Esta mujer no escatimó esfuerzos para que su hijo fuera un varón de Dios... uno que sirviera como es debido.

No puedo dejar de pensar en la "Ana" de mi propia historia. La mujer que un buen dia delante del altar de Dios dijo "SEÑOR, este es el regalo que nos diste (para quienes no lo saben, eso es lo que significa mi nombre: Dadiva de Dios), ahora te lo devolvemos". Años mas tarde me estaba despidiendo el avión que me llevaba hasta la casa de Dios en la que sirvo hoy dia.

Ana no cumplió su promesa al SEÑOR a regañadientes, mas bien, con una paz asombrosa, celebró la dedicación de su unico hijo, y adoró a Dios por fortalecerla y finalmente haberle dado la victoria (1 Samuel 2:1)

Encuentro muchas similitudes entre Ana y mi propia madre. No en los hechos de su vida, pero si en su caracter y diligencia. Veo que ambas se empeñaron en que sus hijos sirvieran a Dios... Y lo lograron! Espero poder honrar tal devoción y llegar a ser un Samuel en mi generación.

¡Que Asi sea!