domingo, 31 de enero de 2010

Reflexiones sobre la espera (While I'm waiting)

Según mi contador, faltan 312 días para el estreno de la tercera parte de la saga de Narnia en la pantalla grande. Debo confesar que, aunque soy un fanático empedernido de C.S. Lewis y Crónicas, mis ganas de el filme se ven frecuentemente amenazadas por las noticias que tengo sobre su producción. La adición del personaje Gael o MLG (Misterious Little Girl) me pone a pensar en todo lo inesperado que podría encontrar en esta adaptación.
The Voyage of the Dawn Treader es considerado la mas rica en simbolismos de las siete historias de Narnia. Figuras cargadas de cristianismo impregnan cada pagina del libro... No gustaría que también la película. Ahora, sabiendo que no sera 100% como esperaba, una gran incógnita se yergue en mi cabeza: "¿Me gustará o no?" y a esta se le suma "Mientras espero el día de estar en la sala de cine ¿perderé el entusiasmo?"

Algo similar me ocurrió cuando un amigo me contó detalles de las ultimas temporadas de 'Lost' (la serie de ABC). Aunque solo había llegado a la segunda temporada ahora se que la isla es parte de un experimento científico y que los viajes en el tiempo son posibles.
Aun tengo ganas de ponerme al día, pero evidentemente no me sorprenderé de muchas cosas que veré a partir de ahora. Vuelvo a preguntarme: "¿Me gustará o no? Mientras espero... ¿perderé el entusiasmo?"

Me refiero ahora a asuntos un tanto mas personales... Con una boda en puertas es lógico que indague entre mis amigos mas adultos acerca de la vida en pareja. Muchos me han anticipado momentos de tensión propios de la convivencia de dos seres humanos que vivieron ocupándose de si mismos hasta que se vieron obligados a pensar, querer y soñar en plural.
Sin duda quiero formar una familia, pero no dejo de preguntarme -ya saben- "Mientras espero... y compruebo que las rosas tienen espinas ¿perderé el entusiasmo?"

De la espera siempre me ha inquietado el aspecto del mientras, es decir, que se supone que haga mientras espero. A veces la respuesta puede ser "Absolutamente nada"; otras, "Lo mismo que estas haciendo ahora".
Probablemente mis lectores no se enfrenten a 312 días de expectación por la que podría ser su película favorita de todos los tiempos, o unos pocos días mas por el sueño de una familia propia (De lo trivial a lo trascendental). Algunos tal vez esperen un aumento de sueldo, o el regreso de un familiar del exterior, o la realización de sus anhelos mas profundos.
Lo importante es saber que hacer mientras esperamos. Si dejar de oir lo que nos desalienta, o mas bien nutrirnos de las criticas... ¿Que podemos hacer para no perder el entusiasmo?

Humildemente sugiero tomar el cuenta la poesía de John Waller (poesía que en realidad es canción), y con esto termina mi reflexión.

viernes, 8 de enero de 2010

Tened paz... ¡hasta la mañana!

-Tened paz ahora -dijo-, ¡hasta la mañana! No prestéis atención a ningún ruido nocturno. Pues nada entra aquí por puertas y ventanas salvo el claro de luna, la luz de las estrellas y el viento que viene de las cumbres.
(Tom Bombadil a los hobbits - El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo; Libro I, Cap. 7)

Hoy hice algo que no acostumbro hacer: Tomar una siesta. Luego de ir y volver de mi supermercado de confianza, luchando con el inclemente sol en descenso, sin mencionar el vapor que la tierra desprende en horas de la tarde; me detuve en casa de unos amigos para descansar mis pies y comer algún aperitivo de lo que acababa de comprar.

Me invitaron a entrar y entretenerme con alguna película de acción; pero en vez de sentarme en el sofá en plan de cinefilo, me quedé rendido por aproximadamente 2 horas. No hace falta decir que me sentí excelentemente cuando desperté. En verdad necesitaba desconectarme de los "ruidos" de mi día a día (y del radiante sol que baña el cielo tropical)
Cuando nuevamente emprendí la marcha recordé el episodio de los hobbits fugitivos y Tom Bombadil, y pensé en lo importante que es darse un respiro de vez en cuando.

Frodo y sus amigos Sam, Merry y Pippin se adentraron en el Viejo Bosque y lucharon con el Hombre-Sauce, quien trato de devorar a Merry. Gracias a Tom, el Antiguo "de chaqueta azul y zapatos amarillos" (un emblemático personaje de Tolkien, excluido de la saga cinematográfica de Peter Jackson) los hobbits quedaron a salvo y pudieron reponer sus fuerzas en la comodidad de la casa de Bombadil y su esposa Baya de Oro.

Este año nuevo, para algunos, es el tiempo propicio para tener paz, tomar una siesta y, sin complicaciones, recobrar las energías perdidas por los desafíos del ayer.
Algunos no podríamos tomar largos descansos (pues hay metas muy cercanas que ameritan un esfuerzo constante), sin embargo podemos dar pasos desapresurados, reflexionando cada día en las bondades que nos rodean.

Tengo unas cuantas cosas que hacer, pero por lo pronto tendré paz... hasta la mañana.