lunes, 8 de julio de 2013

Padrenuestro, Padre nuestro... ¡Padre Nuestro!

Estuve mirando en linea el servicio de Día del Padre en la Iglesia Lakewood (Sí, es un poco tarde para festejar, pero hasta ahora pude echar un vistazo). Como siempre, Danilo y Gloriana Montero iniciaron con un saludo y una oración, no sin antes una breve reflexión acerca de la paternidad de Dios.
Danilo comenzó a orar así: "Padre nuestro, Padre nuestro, Padre nuestro", con un notable énfasis en crescendo. A la tercera vez, como diría el mismo Montero, "me cayó el veinte".

Dios es nuestro Padre... Si es que hemos confiado en el Hijo para salvación, y tenemos a Su Espíritu en nosotros. Pero pensaba en el gentío que a través de los siglos religiosamente ha orado, o mas bien, rezado el "Padrenuestro" sin percatarse de la verdad que encierra el título mismo de la oración. Es esa gente que escucha los mandamientos de Dios, pero al dejar el templo olvida todo lo que se habló en la reunión. Y me pregunté: ¿Si miraran a Dios verdaderamente como su Padre tendrían un comportamiento mas cónsono con la fe?

Aquí es cuando el apóstol Juan se levantaría de su asiento y respondería con un categórico "¡No!". ¿Cómo me atrevo a decir semejante cosa? Fue Juan quien inspirado por Dios escribió:
"Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto." 1 Juan 4:20 (NVI)
Si no amas y honras a tu padre y a tu madre, que están contigo cada día ¿Cómo honrarás al invisible?  Por más que entendamos que "Padre nuestro" son dos palabras, y no una; hasta tanto nuestros progenitores no sean tratados con la honra debida, no habremos entendido nada en absoluto.

Agur, un sabio citado en el libro de Proverbios, dijo: "Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre" (3:11). He visto a gente que reza pero insulta a sus progenitores. Sé de hijos que avergüenzan a su padre, pero creen estar bien con Dios (Nada mas lejano a la verdad).

Repite una y otra vez: ¡Padre Nuestro! ¿Lo entiendes? Es un gran privilegio estar en la familia de Dios, pero demostramos que honramos a Dios como Padre, cuando honramos a nuestros padres terrenales.