viernes, 14 de febrero de 2014

Valentín, el cura enamorado del amor

Conocí a San Valentín en 2007 cuando trabajaba para la Red Nacional de Radio Fe y Alegría. Fue allí donde supe del portal radialistas.net, dedicado a producir micros y otros insumos para las radios. Uno de mis predilectos fue -y hasta el día de hoy lo es- Sorteo de corazones (Escúchalo a continuación).



Crecí en una familia bastante indiferente a los feriados comerciales —y a algunos religiosos—, entre los que se encontraba el 14 de febrero. Siempre me ha gustado saber la razón de ser de las costumbres o tradiciones.
Hasta encontrarme con este audio, lo único que festejaba era ser un discípulo de Jesucristo. Di testimonio público de mi fe (me bautizaron) siendo un quinceañero un 14 de febrero. Cualquier otra cosa aparte de ese suceso tan trascendental me parecía trivial... Hasta que lo conocí.

El micro radial narra la historia de Valentín, un personaje de la vida real -¿alguna vez he mencionado que me encanta la historia?- que vivió en el siglo III. Si examinan Wikipedia notarán que hay una imprecisión en la obra de los "radialistas". Resulta que hay "Valentines" que fueron muertos en el 270:

  • Uno fue un médico que tomó los hábitos. Fue conocido por casar a los soldados en desacato al emperador Claudio II, quien ordenó decapitarlo -Me inclino a pensar que de este se originó la fiesta de corazones rojos.
  • Otro Valentín fue el obispo de Interamna (Italia). Aquí es donde nos confunden mis colegas de la radio. Han fusionado a ambos en la narración de su cuento. El medico/cura, aunque romano, es venerado en Francia. No se trata del mismo personaje histórico.
  • Un tercero sería aquel que fue martirizado en una provincia romana de África.

Lejos de desacreditar el relato, el exceso de candidatos confirma la historicidad del santo que es recordado cada 14 de febrero ¿Qué iba a imaginarse Valentín lo que harían en su nombre siglos después? -Y no seria el único sorprendido por el uso desmedido de su nombre.

¿Qué es lo que celebro el 14 de febrero?
Para empezar, el término correcto sería "conmemorar", puesto que no estoy celebrando la muerte del santo, solo haciendo memoria de ella. Creo que Valentín vivió y murió valientemente por sus ideales. No le importó violar una ley que violaba las leyes de Dios ¿Cuantos somos capaces de algo así? ¿Cuantos no huimos despavoridos ante gente insignificante, para nada comparable a un emperador romano?

Esa osadía me inspiró en una época en la que yo mismo estaba encontrando a "mi Julia" (si no entienden, escuchen el audio). Carla, mi amada esposa, y yo estábamos profundizando bastante nuestra amistad. Habíamos llegado al punto de la atracción mutua, y me atreví a compartir con ella la historia real del "Dia del amor y la amistad".

Aunque, por causas de fuerza mayor relacionadas con la geografía, nunca coincidimos en Valentine -así lo llamamos- siendo novios, siempre recordamos al joven e intrépido sacerdote que encontró al amor de su vida, promoviendo el matrimonio.

La batalla continúa
No creo que se repita la locura de prohibir el matrimonio. No obstante, hoy dia se libra una lucha semejante por darle el lugar que le corresponde. Nuestra sociedad desprecia el matrimonio, de muchas maneras, y con mayor intensidad cada vez. Mas que nunca el ejemplo de Valentín esta vigente. Vale la pena oponerse a un régimen mezquino, y aun perder la vida en manos de ellos, con tal de honrar aquello que nació en el corazón de Dios: El amor, el fiel y exclusivo amor de pareja.