jueves, 8 de septiembre de 2016

El Sagrado Romance: Crónica del pan tostado

«El Sagrado Romance» es un intento de entender el amor esencial a través del amor cotidiano. Por medio de historias de la vida en pareja nos aproximamos al amor inexplicable y sublime del Creador.

Era medianoche y no había cenado. Llegue a mi casa con el firme propósito de abrir el refrigerador y comer algo liviano antes de dormir. Estaba realmente hambriento.
Lo primero que vi fue el pan integral rebanado. Enseguida supe el menú: Sándwich de queso (holandés). Pero cuando me disponía a prepararlo y comerlo al tiempo, me detuve y pensé que sería mejor, más saludable, y delicioso si lo tostaba y preparaba debidamente.
Sin muchas ganas de esperar para saciar mi apetito, finalmente me dispuse a encender la estufa y sacar un poco de ketchup y alfalfa. ¿El resultado? Un sabroso y ligero sándwich de queso.

Hemos escuchado muchas veces que "Lo bueno se hace esperar". De hecho ese fue el eslogan de mi marca preferida de salsa de tomate.
Ahora bien, considerando que todos sabemos que es mejor esperar por una comida bien cocida que comer "cualquier cosa en la calle", pienso que nos rendimos muy fácilmente ante las 'limosnas' que se nos ofrecen.

Me refiero específicamente a la tendencia del ser humano a despreciar la belleza de la sexualidad tal como Dios la diseñó y optar por la fría y desabrida experiencia de una sexualidad descontrolada. Seguramente un pan frío de la nevera llenará tu estómago y tendrás la impresión de haberte saciado, pero ¿a quien engañas? Sabes que pudiste degustar algo mejor que eso.
Asimismo, muchos que viven una vida sexual desenfrenada (teniendo relaciones a diestra y siniestra, consumiendo pornografía o autocomplaciéndose) simplemente "llenan su estomago", pero se pierden del verdadero placer.

Con frecuencia cito a C.S. Lewis cuando escribió: "Somos criaturas mezquinas (...) demasiado fáciles de complacer". Nada mas cierto. Lamentablemente, muchos rechazan la idea divina de ser UNO con alguien (en todo, incluida la hipoteca) para entregar su corazón por pedacitos a cualquiera.
Siento pena por aquellos que nunca encuentran satisfacción con nada. Aquellos que no creen en el matrimonio ni en la castidad, y que decidieron ir por el drive-thru de la vida en pos de placer sintético. Hace mucho que su paladar no degusta una buena comida, por el desespero con el que viven la vida y procuran llenar su vacío.

Creo en las palabras de Jesucristo en Juan 10:10 (BLS)
Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente.
Nos han robado el placer verdadero de vivir una sexualidad responsable, nos han matado con enfermedades, divorcios, inmoralidad, y pretenden destruir el matrimonio y la familia. Pero Jesús vino a devolvernos la vida. Yo lo creo y vivo por ello.

Solo puedo decir que si el pan sabe mejor con ketchup —y tostado—, entonces el sexo sabe mejor cuando vives plenamente en obediencia al Padre. (Y solo hay un camino)