Nada hubiera encantado a Lucy y Edmund como un viaje imprevisto a Narnia después de la aventura con el Príncipe Caspian, quien atrajo a los cuatro hermanos usando el cuerno de Susan. Los dos mayores estaban eran suficientemente grandes para volver a Narnia.

De modo que verse envueltos de repente por las turbulentas aguas del mar que navegaba el Viajero del Alba resultó en dicha para estos niños que junto a su desubicado primo Eustace volvían a casa.
Para mí, que soy lo suficientemente mayor para ocuparme de los asuntos de mi nuevo entorno, volver a mi casa de repente es como la aventura de estos niños que recieron el favor de entrar una vez más a "su mundo particular y secreto".
Mientras escribo atravieso turbulencias en el cielo. Viajo un avión... ¡Cuánta gracia y cuánta dicha! Estoy volando a casa.
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