...despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Hebreos 12:1 (LBLA)
No sabia cuan traumático podía ser viajar en un Embraer EMB-110P1 (créanme que el nombre es mas grande que el avión) cuando estas acostumbrado a un Boeing 737.
No tuve ni siquiera que subir al avión para recibir el gran impacto. Ocurrió haciendo el Check-in cuando la empleada de la aerolínea me dijo: ¿Está consciente de que lleva 15 kilos de mas en su equipaje?.
Había empacado pensando en un tope de 40 Kg. (en total fueron 35,3) y mi penalidad fue de 45 dólares (un total despilfarro si viviera en un país con control de cambios).
Una vez que pagué la multa (repito, de 45 dolares) me puse a enumerar todo lo que podría dejar para el viaje de regreso:
- La chaqueta de pana.
- El jean negro que me queda grande.
- la crema de afeitar (tengo otra en casa y tal vez mi hermano la necesite)
- (...)
Me resulta curioso que en una situación extrema las cosas que creíamos realmente indispensables (por eso estaban en el equipaje) carecen de valor y utilidad. Lo cual me lleva también a enumerar aquellas cosas (posesiones, hábitos, relaciones, compromisos, entre otras) que son un peso para difícil de soportar.
Miro en el espejo a un joven agotado como resultado de querer manejar una docena de cosas a la vez -¡Hasta el Pulpo Paul es capaz de solo elegir una a la vez!.
A veces siento que la vida transcurre en un 737, pero definitivamente en ocasiones solo podemos llevar 20 kilos de equipaje. ¿Alguien mas tiene que enumerar?.
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