viernes, 20 de junio de 2014

Un embajador menos en UNICEF

La mejor sopa se echa a perder si le cae una mosca. La menor tontería echa a perder tu fama de sabio. —Salomón (Eclesiastés 10:1 TLA)

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, ha perdido a una de sus embajadores en los Países Bajos, después que la actriz holandesa Nicolette Van Dam renunciara a este organismo por el escándalo que desencadenó una publicación en su cuenta de Twitter.

Se trata de un montaje fotográfico que muestra a dos jugadores de la selección de Fútbol de Colombia, James Rodríguez y Falcao, inhalando cocaína... O al menos es lo que da a entender.

La imagen generó gran conmoción entre los colombianos, quienes se manifestaron muy ofendidos —yo soy venezolano, y también me desagradó bastante. La actriz de disculpó a través de un tuit que dice: “Queridos Colombianos, no hubo ofensa intencional de mi parte. Por favor acepten mi honesta y sincera disculpa".
Posteriormente, y después de un comunicado de UNICEF pidiendo disculpas por la triste publicación, Van Dame anunció su renuncia como embajadora de la organización, disculpándose de nuevo con estas palabras: "Yo hice retuit de una foto sin la intención de causar dolor. Honestamente no tenía la intención de ofender a un jugador, que alguien se sintiera incómodo o generar disgusto. Ofrezco mis más profundas disculpas."

Pero... ¿Es para tanto?
Algunos dirán que en esta época de la Copa del Mundo la rivalidad vuelve estúpida a la gente... ¡Pues sí! Y este es un ejemplo de una estupidez (tontería, necedad).  ¿Fue por rivalidad deportiva que Nicolette retuiteó la foto? ¿Cuándo se enfrentaron Holanda y Colombia? No había razón para bromear sobre un tema tan delicado para la nación neogranadina.

Esta publicación "sin intención de causar dolor" insiste en asociar a mis vecinos con drogas o narcotráfico (una etiqueta que le duele a todo un país), pero ¿qué tal si dijéramos que en la ciudad natal de la ex embajadora hay coffeeshops que sirven marihuana al público? (Por supuesto, esto es totalmente legal para ellos, y no lo verán como una ofensa).

En cualquier caso, uno debe medir sus palabras, más cuando se representa a una organización influyente con valores muy elevados como la que ella representaba. Escudarse en las buenas intenciones no basta ¿Cuánta gente a matado sin intención?

¡Y Salomón tenía razón!
Esta talentosa mujer, madre de dos hijos, quien seguramente hizo grandes esfuerzos por el bien de los niños del mundo, se vio moralmente obligada a dejar atrás su posición de honor por nada menos que un tuit...
Esa es la mosca que daña la sopa —o el perfume, según el texto original, pero la idea es la misma.

Pasará mucho antes de que la vean nuevamente con buenos ojos... Al menos de este lado del mundo. Nos toca aprender en cabeza ajena y ser prudentes en nuestras publicaciones. Por más chistosa o viral que sea una foto, deberíamos evaluar la trascendencia de compartirla en nuestras redes sociales. Debemos asegurarnos de promover el bien, y de no ser solidarios con la infamia, la crueldad o el abuso.

Les dejo otro proverbio para terminar:
Como loco que dispara mortíferas flechas encendidas, es quien engaña a su amigo y explica: «¡Tan sólo estaba bromeando!» —Proverbios 26:18-19 (NVI)


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