miércoles, 1 de septiembre de 2010

Una nueva devoción: "Hágase tu voluntad"

"¿Por qué me llaman ustedes 'Señor, Señor', y no hacen lo que les digo?" Lucas 6:46 (NVI)
Como cristianos procuramos siempre estar en la voluntad de Dios. Para lograrlo debemos comprender que ésta no es un lugar al que llegamos, mas bien es un camino, una senda que debemos encontrar -y transitar- cada día.

No obstante, muchas veces somos impulsados a hacer cualquier cosa menos lo que Dios nos pide; dando lugar al reclamo del Señor. La causa de esto data desde los inicios de la humanidad: el pecado.

En su libro Acércate Sediento (Come Thirsty), Max Lucado define el pecado como un virus, una bacteria que generó una epidemia generalizada en la raza humana. Una plaga que produce que las personas prefieran su propia opinión antes que la de su creador. Asi lo escribe Max:
"La mente pecaminosa descarta a Dios y opta por no consultarle ni buscar su consejo. De la misma forma, decide no considerar con seriedad su plan. Los infectados por el pecado tratan a Dios con el mismo respeto que unos estudiantes adolescentes al profesor sustituto. Reconocen su presencia, pero no lo toman en serio" (Lucado, Max. Acércate Sediento, Cap. 2, p. 24)
Para el hombre común, Dios esta ausente de su creación, pero en realidad Él dirige el destino de la misma. Aun cuando parezca que trabaja de incógnito, sus demandas se hacen escuchar.

Lucado sigue explicándonos el resultado de nuestro irrespeto a la Divina Voluntad:
"Cuando tú haces lo que quieres y yo hago lo que quiero, y nadie se interesa en lo que Dios quiere, la humanidad se destruye a sí misma. La infección de un individuo conduce a la corrupción del resto de la población." (Lucado, Max. Acércate Sediento, Cap. 8, p. 75)
Ningún juez en el universo puede denegar la objeción de Jesucristo: "¿Por qué me llaman 'Señor, Señor', si no hacen lo que les digo?". Aquel que no escatimó su propia vida para pagar el precio mas alto de todos para darnos vida, ahora nos pide algo mas que razonable: Todo... Y nosotros ignoramos su solicitud.

Hermanos, cada dia debemos caminar la senda de Jesús. Vacunarnos contra el pecado en la Palabra de Dios, y simplemente obedecer la enseñanza de nuestro "Señor".
"Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado" 2 Corintios 5:15 (NVI)

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