miércoles, 23 de junio de 2010

Cuando "despierte"


A un mes del final de Lost aun esta grabada en mi memoria la imagen de Jack Shephard "entregando el espíritu". Sus ojos cerrados indicaban que este mundo se terminaba y estaba asumiendo su nueva realidad. Finalmente descansó.

No pienso hacer un resumen de la que -pienso- fue la serie que marcó la década, incorporando debates sobre filosofía, ciencia, la lucha entre el bien y mal, religión, mitológica y, sobre todo, la esencia misma del ser humano. (Para quienes desean un comentario analítico y certero acerca de Lost, recomiendo El resumen de Perdidos)

Después de seis temporadas conociendo a personajes singulares (interpretados por un elenco internacional sin precedente en la TV), tan diferentes unos de otros, tan parecidos a cada uno de nosotros; nos damos cuenta que Lost cuenta la historia de Jack, un médico exitoso pero sin amor (propio), solitario y perfeccionista, que busca ganar el favor de su padre.
En torno a Shephard se desarrollaron otras historias muy interesantes. Pero a la larga, los sobrevivientes del vuelo 815 de Oceanic, los Otros, y los agregados, a pesar de su protagonismo alternado, vienen siendo instrumentos del destino para abrir los ojos de Jack a la realidad... Pero, ¿A cuál realidad?

Cada temporada de Lost respondió a un estilo narrativo y géneros diferentes, lo cual ocasionó indefectiblemente tantas expectativas del final como espectadores tuvo la serie (Y no todas podían ser cumplidas). Hasta que no se acabó, no pudimos saber cual era la realidad última, la verdad escondida tras cada episodio. Pero ya lo sabemos, y es sencilla: Después de todas las luchas, los logros o fracasos, la pena o la gloria, el llanto y la risa; después de cerrar los ojos hay un mas allá aguardando por cada uno.

Pero yo en justicia contemplaré tu rostro;
me bastará con verte cuando despierte.
Salmos 17:15 (NVI)
No puedo dejar de pensar tras leer sus palabras, que el Rey David sabia algo: Dormir en este mundo es despertar para el mundo real. Esto me recuerda a Jack Sullivan (Que coincidencia, otro Jack) en Avatar, quien cada vez que dormía en nuestro mundo, despertaba en Pandora, y viceversa; con la salvedad de que David realmente existió, y el salmo se refiere a la muerte (de la cual, salvo ciertas excepciones permitidas, nadie puede regresar)

El Rey Cantor estaba a la espera de cerrar los ojos para siempre para poder abrirlos en la eternidad, al lado de su amado Señor y Creador. ¿Tenemos nosotros la misma esperanza? ¿O tenemos miedo de morir?.

'Jack' Lewis (insisto en que es un nombre codiciable) creo que tenia el mismo concepto —y la misma esperanza. Esto lo deja manifiesto en el final de las Crónicas de Narnia.

Sin embargo, para ellos fue sólo el principio de la historia real. Toda su vida en este mundo y todas sus aventuras en Narnia no habían sido más que la cubierta y la primera página: ahora por fin empezaban el Primer Capítulo del Gran Relato que nadie en la Tierra ha leído, que dura eternamente y en el que cada capítulo es mejor que el anterior. (C.S. Lewis, La Última Batalla, Editorial Destino Infantil & Juvenil, págs. 260)

Todo comenzó cuando Jack Shephard abrió los ojos, encontrando que estaba perdido. Al final obtiene el tan deseado descanso cuando cierra los ojos. Nuestra jornada termina de la misma manera, solo para despertar y darnos cuenta que no estamos perdidos nunca más.

¡Despertar y verme en tu presencia será mi mayor alegría!
Salmo 17:15b (Traducción Lenguaje Actual)

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