sábado, 22 de enero de 2011

Qué hacer en tiempos de sequía (II)

En el post anterior comentaba acerca de mi sequía creativa. Desde hace mucho he querido escribir algunas cosas pero el arte no fluía, la musa me había abandonado por completo. Eso es un problema enorme si no tiene un blog, sino cuatro; y si escribes para una revista y estás por convertirte en editor de otra.

Pues parece que la lluvia tardía cayó y salvó la cosecha. A continuación, una experiencia vivida recientemente durante uno de esos días de sequía.

Esa mañana mi estado de ánimo era "fuera de onda". Hablaba con mi prometida acerca del día y los planes inexistentes. "Sequía moral", diría; Carla lo llama "estar deprimido".
En medio de nuestra conversacion dije:
- No hay nada bueno o malo lo suficientemente atractivo para hacer.
- No tiene que ser atractivo - respondió ella, recordándome un versículo que habíamos aprendido semanas atrás.
Todos los días del afligido son difíciles; Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo. Proverbios 15:15 (RV60)
Me di cuenta que estaba salido de onda por mi propia elección. Además encontré la salida a mi disyuntiva:
- No tiene que ser atractivo, tiene que ser bueno.

Siempre debo tomar el camino hacia lo bueno, aunque no tenga atractivo alguno, o aunque el malo sea el atractivo. Eso me recuerda otro pasaje:

Hoy mismo llamo por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia, amando a Yahweh tu Dios, obedeciendo su voz y siéndole fiel. Deuteronomio 30:19-20 (Biblia Textual)
Más adelante dice "por el Él es tu vida". Eso sí que es atractivo, pero aunque no lo fuera es bueno.

En tiempos de sequía debe procurarse la felicidad. Hasta un austero almuerzo resulta suculento cuando se come con alegría.
Por otra parte, no basta con reconocer la fealdad del mal, o desilusionarse de él, hay que escoger el bien. La vida espera por cada uno de nosotros.

No hay comentarios: